viernes, 29 de mayo de 2009


En 1513, el escritor italiano Nicolás Maquiavelo, motivado por la acusación que recaía sobre él vinculada a una supuesta conspiración contra los Médici, una poderosa familia florentina que lo había despojado de sus cargos públicos, elaboró un tratado de doctrina política que fue publicado en 1532 bajo el título de “El príncipe”.

A través de este texto que ideó y construyó durante su exilio en su finca de San Casciano, el autor intenta ofrecer, valiéndose de ejemplos históricos, diversas estrategias para adquirir, mantener y fortalecer el gobierno de una ciudad o región.                                                                                                                Gracias a la temática elegida y a la excelencia con el que fue desarrollado este manual que enseña a ejercer el poder, esta obra consiguió destacarse y, a pesar de haber recibido críticas, logró trascender a través del tiempo y las fronteras. Aún hoy, después de varios siglos de existencia, “El príncipe” mantiene intacta su capacidad de cautivar a los amantes de la lectura.

Desde el punto de vista de Maquiavelo, por ejemplo, quien gobierna no debe ser flexible en ningún sentido y hasta tiene derecho a desarrollar una conducta indigna desde la perspectiva moral con el fin de preservar el bien del Estado. En este sentido, el creador de “El príncipe” sostiene que, en casos extremos, se pueden tomar medidas violentas para garantizar el bienestar de todos.

Por otra parte, aconseja combinar la fuerza bruta con inteligencia para garantizar, de esta forma, el poder frente al resto de los hombres. Para perpetuar esta superioridad, considera Maquiavelo, el gobernante deberá actuar como un individuo sin escrúpulos capaz de manipular al pueblo.

“Quien ayuda a otro a hacerse poderoso teje su propia ruina porque es natural que, quien se ha vuelto poderoso, sospeche de la misma destreza y fuerza en virtud de las cuales ha adquirido dicho poder”, es otra de las reflexiones que puede leerse en las primeras páginas de este libro.

Sin duda como decía mi profesor Don Alonso, según Maquiavelo más vale ser temido que ser amado, además de otras cosas tan sabias como evitar a los aduladores y oportunistas que solamente están cerca cuando estás bien, que coherente, de esta manera cuando escuchen esta obra de 1513 no solo piensen en que de él  nacido el sustantivo "maquiavelismo" o el adjetivo "maquiavélico", si no, que es un libro que te aconseja muy bien.

L.A.

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